Un nuevo bar en la zona norte de la ciudad de Rosario se instala con el nombre y el apoyo de una reconocida marca de indumentaria deportiva relacionada a la practica del surf.
Este tipo de emprendimientos de temporada estival encuentran sentido en las noches cálidas y abiertas por lo cual se comportan como patios de encuentro.
Básicamente la problemática se resume en ubicar una barra de expendio con un sector protegido de la lluvia, definir los límites del predio, encontrar una relación contundente con la costanera y brindar una imagen lúdica que responda a la marca en cuestión.
Así es que una gran ola a punto de romper define el límite oeste y protege parte de la barra aquí recostada. Hacia el norte una serie de “velas” navegan y delimitan también dando una percepción dinámica. Una plataforma elevada de madera, a modo de “muelle” nos muestra las vistas del río Paraná y construye un límite concreto con la costanera. A esta composición se le suman 4 altísimos mástiles que iluminan y dan referencia a la playa central.
Esta composición casi literal busca expresar la especificidad del producto de la marca que da nombre al bar.