Los procesos de crisis de las últimas décadas han sido de gran influencia en nuestra formación y ejercicio de la arquitectura.
La austeridad es un valor adquirido y la creatividad es volcada en el desarrollo de la idea, la luz, la ventilación y las proporciones como valor agregado. Para nosotros el detalle y el  presupuesto siempre serán los mínimos.
La obra es una maqueta 1:1 que pone de manifiesto lo espontáneo y nutre la historia del proceso que es tan rica como la obra misma. Un edificio como hecho abstracto es irreal y aburrido.
Cada encargo es un problema a resolver y solución es la idea. Los procesos exitosos son aquellos en los que cada cual cumple cabalmente su función, desde el comitente al pintor; siendo el primero indudablemente el gran gestor del evento.
En un lote pequeño e irregular de 4,41m x 16,00m más de fondo, de planta abarrotada y escasa luz, una operación estructural libera todos los muros a 2,00m de altura.
El espacio se ordena, ventila e ilumina a través del patio, un ambiente más donde a veces cae el agua de lluvia.
El estuco fluye, desde el garaje de entrada por escaleras, patios y mesadas.